Según narra la leyenda, Teucro, hijo de Telamón y Hesíone, fue uno de los grandes héroes de uno de los conflictos bélicos más famosos de la historia, la Guerra de Troya.
Considerado el mejor arquero aqueo y bendecido por el dios Apolo, quién incluso le regaló un arco, tuvo un papel decisivo para la victoria del bando griego, dirigido por el rey Menelao, contra su familia troyana, pues Teucro era sobrino del rey Príamo y por lo tanto primo de Paris y Héctor.
Al finalizar la guerra, el regreso al hogar de Teucro se convertiría en el inicio de su mítica aventura en aguas del mar Mediterráneo y del océano Atlántico, pues donde esperaba encontrar paz y tranquilidad tuvo que afrontar el exilio y el desprecio por parte de sus seres queridos.
Telemón, su padre, afligido tras la muerte de Ajax -hijo del propio rey con su primera mujer, Penélope, y medio hermano de Teucro-, se enfrentó con su segundo hijo por la deshonra que supuso el fallecimiento del primero durante la Guerra de Troya sin poder ser vengado para restablecer el honor y orgullo de su familia.
Ante esta situación, Teucro se vio obligado a abandonar su hogar, la isla de Salamina -reino de su padre-, para comenzar un periplo que lo llevaría a recorrer diversos puntos de la geografía europea y africana. Esta “odisea” lo llevaría a desembarcar finalmente en la costa gallega, donde fundó una colonia: Helenes, la futura Pontevedra y donde el mito nos cuenta que residió hasta el fin de sus días.
Hoy en día, no existen vestigios arqueológicos que permitan dotar de una base empírica a esta leyenda, la cual fue forjada en los siglos del Renacimiento por la aristocracia y nobleza pontevedresa en su afán por presentarse como los auténticos descendientes de un linaje de héroes y reyes que se remontaba hasta la gran Guerra de Troya.
A pesar de su origen artificial, la historia se convirtió en mito y a su vez en una leyenda que se ha mantenido viva en el corazón de la ciudad hasta nuestros días. Prueba de ello lo encontramos en la Plaza del Teucro, antiguamente conocida como
Plaza del Pan o de la Leche por los mercado que aquí se realizaban, es renombrada en honor al fundador mitológico de la ciudad.
Igualmente, en la fachada del ayuntamiento de la ciudad se conserva un texto escrito que dice lo siguiente:
FVNDOTE TEVCRO VALIENTE
DE AQVESTE RIO EN LA ORILLA
PARA QUE EN ESPAÑA FVESES
DE VILLAS LA MARAVILLA
DEL ZEBEDEO LA ESPADA
CORONA TU GENTILEZA
VN CASTILLO PVENTE Y MAR
ES TIMBRE DE TV NOBLEZA
Te fundó el valiente Teucro
en la orilla de este río,
para que en España fueses
una maravillosa villa,
del cebedeo la espada
corona de tu gentileza;
un castillo, un puente y mar,
que es timbre de tu nobleza.